sábado, 12 de mayo de 2012

COMPOSICIÓN Y REGLA DE LOS TERCIOS

Cualquier fotografía necesita de un sujeto o un centro de interés, pues de lo contrario, el observador recorre con su vista buscando de un lugar a otro donde fijar la mirada. Es por eso, que uno debe imaginar la fotografía antes de imaginar el motivo por el cual va a tomarla.
Así que antes de tomar la foto, tómese unos segundos y respóndase las siguientes preguntas:

Qué es lo que le ha atraído de la escena..?
Ha pensando claramente en el resultado final..?
Qué es lo que quiere transmitir con esa fotografía..?

Cuando tenga las respuestas, puede ir pensando como realizar una composición de impacto visual y donde colocara su centro de interés

Será que lo coloco en el centro..? ¿si o no?

Foto: Mario Germán Losada D.
Muchos fotógrafos colocan el objeto en el centro del encuadre porque por naturaleza el ojo al momento de examinar la foto se fija allí, es el lugar obvio. Además de crear una imagen bien equilibrada y reposada.

Es por eso que el objeto centrado resulta llamativo cuando es algo simétrico como un edificio, o un automóvil. Pero se necesita experiencia para colocarlos justo en el centro, pues sino se echa a perder el efecto que deseamos. Sin embrago colocar los objetos en el centro no es la única forma de tomar fotos. Muchas veces quedan muy estáticas. Así que colocar el centro de interés a un lado es una opción que lleva una disciplina creativa.


Si nos fijamos en obras de arte en cualquier museo, podremos comprobar que si dividimos un cuadro en cuadrículas de igual tamaño de 3x3, las cuatro intersecciones de las cuadrículas dentro del cuadro marcan los puntos de interés.


Trazando esta cuadrícula imaginaria sobre la mayoría de las obras nos daremos cuenta de que elementos fundamentales del cuadro recaen sobre esas intersecciones: ventanas y puertas, ojos, líneas de horizonte, picos de montañas, etc. Está comprobado que llevando nuestro punto de interés a uno de esos cuatro puntos conseguimos una imagen mucho más interesante.

En este sentido, reseñar que existen cámaras que permiten visualizar en su LCD una rejilla o cuadricula para trabajar con los tercios, que realmente les puede ayudar a la hora de mejorar la composición.


Esto suele generar mayor atracción en el espectador que cuando el centro de interés esta en el mismo centro de la fotografía.


¿Y si tengo varios centros de interés?
                                   Foto: Mario Germán Losada D.

En caso de que en la foto hubiera dos centros de interés, es recomendable buscar dos de estos puntos, y siempre que sea posible opuestos, formando una diagonal en la foto.
Aunque la regla de los tercios, como muchos muy acertadamente indican, no es una ley, sí que es una referencia compositiva de peso. Sin embargo, no debemos tomárnosla al pie de la letra. Habrá casos, por ejemplo, una fotografía macro de una flor en los que esta regla no tiene cabida. Sin embargo, encontraremos otra multitud de situaciones en las que esta regla será casi de obligado cumplimiento



La regla de los tercios no me la he inventado yo, ni siquiera se ha inventado con la fotografía, es una regla de composición que ya se utilizaba en pintura. Miremos este famoso cuadro de Dalí “muchacha en la ventana”.


Bonito ¿no es cierto? A estas alturas ya te habrás fijado en algunos detalles, pero por si acaso vamos a pintarle las líneas rojas:

Ya lo ves, el horizonte del paisaje está en el tercio superior, la ventana comienza en el tercio inferior y en el izquierdo, la muchacha descansa sobre el tercio vertical derecho y sí, su trasero coincide sospechosamente con una intersección de tercios, lo que nos da una idea de lo que el amigo Salvador entendía por “punto de interés”.


Aún así podemos preguntarnos por qué tercios y no cuartos o quintos. Bueno, la regla de los tercios es en realidad un truco. Es una aproximación muy fácil de ver de la sección aúrea, proporción que se ha utilizado en arte desde los tiempos de los griegos, pero ese ya estro tema mucho mas profundo en el cual no quiero caer.



Foto: Mario Germán Losada D.
Foto: Mario Germán Losada D.
Entonces ¿qué tengo que colocar en los tercios?

Las intersecciones de los tercios las utilizaremos para situar en ellas elementos destacables de la fotografía.

Una de las respuestas más inmediatas es colocar en un tercio horizontal el horizonte en un paisaje. Si queremos darle más protagonismo al cielo pondremos el horizonte en el tercio inferior y si por el contrario es la superficie (tierra, mar…) lo que queremos enfatizar colocaremos el horizonte en el tercio superior. Es muy importante tener en cuenta que el horizonte nunca deberá quedar centrado


Foto: Mario Germán Losada D.
En retratos lo ideal es colocar los ojos a la altura del tercio superior.

En una fotografía con una persona pero que muestre el entorno podemos situarla usando un tercio vertical

Siendo un poco atrevido, podría decir que la regla de los tercios es una manera de huir del centrado como esquema compositivo, que por obvio y recurrente acaba siendo en cierta manera burdo. La regla de los tercios nos ayuda, a dotar a nuestras composiciones de unas proporciones que resultan agradables y atractivas a la vista.

Las fotografías no van a ser mejores o peores por el simple hecho de utilizar un esquema compositivo concreto. Lo importante es conocer estos esquemas para poder aplicarlos en las situaciones oportunas. La regla de los tercios es una técnica sencilla, y efectiva, pero no lo es todo en fotografía. No es una LEY, es una herramienta que puede ayudarnos a resolver muchas composiciones, pero como herramienta no nos servirá para arreglarlo todo. No siempre hay que huir, por ejemplo, de centrar un motivo concreto en una fotografía: el centrado es un recurso compositivo tanto o más importante que este que nos ocupa. Y además las reglas ya se sabe que existen para que podamos romperlas.

Mario Germán Losada D.










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